domingo, 30 de noviembre de 2008

Buscar fuera de uno mismo: La Pareja‏

Si te has creído esa programación, eres mujer y buscas un hombre para que te dé seguridad y te proteja, significa que tú vas de víctima por la vida, insegura y desprotegida, es decir, no sabes valerte por ti misma. Sólo una persona insegura busca seguridad. Aunque digas lo contrario, tu lenguaje no verbal, tus miradas, tu cuerpo lo manifiestan de antemano. Luego siempre atraerás a perseguidores o pseudoprotectores, hombres más fuertes y seguros que tú, al menos en apariencia, es decir, que se creen más poderosos que tú y que, por lo tanto, necesitan camuflar su complejo de inferioridad con alguien inferior a ellos para así sentirse superiores y poderla controlar. No te quejes después de lo que te pase: te lo habrás ganado a pulso.

Eres hombre y eres tan inútil y limitado que necesitas una mujer que te cuide porque tú eres incapaz de cuidarte a ti mismo, estás buscando una criada, una esclava, una "mamá", una mujer con poca preparación y nula autoestima. No te quejes después de ella y no te busques una amante con la que poder hablar, que te llene, te comprenda y todas esas excusas. Piénsatelo antes y elige conscientemente.

En ambos casos, como la mayoría de las parejas, estaréis buscando desde vuestras carencias, no desde vuestra plenitud. Estaréis intentando conseguir que alguien ajeno a vosotros os dé lo que no habéis sido capaces de desarrollar en vosotros mismos, sin pensar en el precio que vais a pagar por ello. Es decir, alguien que te dé lo que tú aún no has adquirido por ti mismo/a, que cubra tus déficit, que llene tus vacíos existenciales o que te distraiga de tu aburrimiento. Se llama utilización, conveniencia, trueque, permuta, apaño, remiendo, parasitismo, simbiosis, chantaje sexual/emocional o cualquier otra cosa, pero no es Amor.

Antes de amar a otro, hemos de aprender a amarnos a nosotros mismos y conocer nuestra propia "pareja interior", nuestras partes tanto masculinas como femeninas, si no queremos que nuestras energías se bloqueen y culpar al otro o a la otra de ello. No hagamos el amor una excusa para poseer al otro porque no sepamos poseernos a nosotros mismos.

"La necesidad de alguien es la forma más rápida de terminar con una relación." (Eso es totalmente cierto, porque alguien que sea dependiente siempre acaba deteriorando cualquiera relación con la dependencia, la posesión y pertenencia-cuna de emociones negativas como los celos y la agresividad).

En ese caso general, a NO buscar una "media naranja" sino una naranja entera, muy completita, que no le falte de nada, que no necesita exprimirme a mí para llenarse él, sino tan sólo amarme y compartir, intercambiar, crecer y evolucionar juntos hasta alcanzar la sabiduría y la iluminación. Una relación ganador-ganador, es decir, recíproca, basada en la afinidad espiritual, sinceridad, confianza y respeto mutuos y acunada por las alas de la libertad.

Todo este montaje no tiene nada que ver con el Amor, cuya base es el respeto mutuo, desde la libertad y la confianza, con la única misión de crecer juntos, apoyarse mutuamente hacia la evolución de cada uno en beneficio de ambos y descubrir todas las orillas de la vida tomados de la mano, al unísono, por un mismo camino y hacia un mismo fin: alcanzar la máxima espiritualidad evolucionando juntos a través del Amor.

Donde hay Amor Verdadero y auténtico no existe la necesidad ni el apego. El Amor no se busca a través de otra persona: el Amor se es, se siente, se vive en él, es un estado espiritual que se genera de dentro hacia fuera y sólo cuando se tiene dentro es cuando se puede compartir, expandir y multiplicar. La persona que dice no haber encontrado el Amor es porque no ha buscado en el lugar adecuado: dentro de sí misma.

Esa es precisamente mi idea sobre el Amor, el perfecto, maravilloso y completo Amor, el Amor incondicional compartido: dos cuerpos, dos energías vibrando en una misma frecuencia porque en ambos habita al unísono una única alma.

La diferencia entre decir a alguien "te quiero", es decir, te quiero a ti, a tu persona, lo cual es una petición, una demanda, un deseo de posesión de otro, en lugar de decir, por ejemplo, "me alegro de que existas", o con mi propia fórmula: "gracias por existir".

Tengámoslo muy presente: no es lo mismo querer lo que no se tiene que amar lo que se tiene, alegrarse y dar las gracias por poder disfrutarlo. Querer es desear poseer. Amar es agradecer, celebrar y disfrutar con alegría.

La vida que lleva cada persona depende exclusivamente de sí misma y de cómo se la plantee, no de las personas que aparezcan o desaparezcan, entren, salgan, se asomen o se crucen a lo largo del camino. La vida se la hace uno mismo con su forma de pensar, su actitud y sus respuestas ante cada situación que se presenta, descubriendo y aprendiendo para hacerlo cada vez mejor, tanto si estás solo como en compañía.

Lo único que hay en todo eso son dependiencias, problemas y enfermedades. La felicidad nunca está fuera de ti.

"La felicidad es muy difícil encontrarla en uno mismo e imposible en otra parte".

La felicidad sólo está dentro de uno/a mismo/a. Y si no se encuentra, no puede compartirse con nadie, sea quien sea. Lo único que se encontrará será un remiendo, pero no la auténtica y verdadera dicha, paz y armonía internas.

En tan sólo un minuto de silencio interno, cuando mires hacia dentro de ti si te atreves, seguirás sintiendo tu vacío interior, tu vacuidad existencial.


Ese es el gran vacío interior:
el vacío entre lo que se es y lo que se debería ser.

La cuestión es mantenerse distraído a cualquier precio, evitar la atención hacia uno mismo cueste lo que cueste.

Como la gente se casa y se divorcia una y otra vez (más de lo mismo...) y sigue sin ser feliz (Lo cual significa que, una vez más, no han aprendido nada...). Como la gente que no sabe estar sola y busca una compañía a la que llama "pareja". Como la gente que busca ruido u ocupaciones constantes para no pensar. Como la gente se siente sola en compañía. Como la gente que está en familia para destruirse los unos a los otros. Como la gente que se siente sola en una animada fiesta. Como la gente que se siente sola en el mundo y se aburre, siendo como somos unos seis billones de habitantes de ambos sexos y hay tantísimas cosas por hacer en el planeta, por aprender, por descubrir y, sobre todo, por cambiar y solucionar...


La felicidad sólo está dentro de ti.

Toda la gente que conozco que es realmente feliz, esté sola o acompañada, son personas que saben ser independientes, solucionan sus propios problemas y están muy a gusto consigo mismas, se llenan con actividades y aprendizajes enriquecedores con lo cual tienen mucho para compartir, aportar, disfrutar y enseñar, y saben dar sin pedir nada a cambio porque no lo necesitan. Todo ello les crea una inefable sensación de plenitud, de riqueza y abundancia interior, lo que les ha permitido en muchos casos crear familias ejemplares, ejemplo que a su vez están copiando sus hijos y transmitirán a la siguiente generación. Son felices solas; son felices acompañadas; son felices dando; son felices recibiendo. Son felices porque no han delegado su poder y su felicidad en nadie más. Son felices porque tienen una misión en la vida. Y si no la tienen, la buscan. Son felices porque saben apreciar y valorar lo que tienen, dando gracias a Dios por los dones recibidos, por cada minuto de su vida. Son felices porque aceptan las cosas tal como vienen, como un aprendizaje o un reto a superar. Son felices porque ante todo, se aman y se respetan a sí mismas.

"Ama al prójimo como a ti mismo".

Es decir, el punto de referencia para saber cómo amar a otras personas, eres tú mismo/a.

"Ámate a ti mismo". Porque si no sabes amarte y respetarte a ti en primer lugar, difícilmente sabrás amar y respetar a otras personas. Y difícilmente sabrás hacerte amar o respetar porque no tendrás un punto de referencia interno para comparar lo que estás recibiendo. Y porque tampoco sabrás muy bien lo que quieres y lo que mereces.

Como no sabemos amarnos a nosotros mismos, salimos a buscar fuera alguien que nos dé el amor que nos falta -déficit afectivo- en lugar de compartir o intercambiar el profundo amor y respeto que deberíamos tener dentro de nuestro Ser y dar a los demás todo el que nos sobrara -superávit afectivo-. Salimos al mundo pidiendo en lugar de salir dando.

Estamos poniendo nuestra felicidad en manos ajenas, y lo peor, en unas manos cualquiera, las primeras que se ponen a tiro.


No salgamos al mundo pidiendo, sino dando.

"El vacío interior, lo aburrido de sus conciencias, la pobreza de sus espíritus, los empuja a la búsqueda de compañía, más ésta ls consiguen de otros como ellos".

Se nos educa para buscar todo fuera de nosotros mismos: la felicidad, el amor, las respuestas, las soluciones, en lugar de buscar dentro, que es donde realmente se encuentran. Si buscas fuera, la respuesta o el resultado están fuera de tu propio control.

Pues bien: el doctor puede recetarte algo para aliviar tus síntomas, pero sólo tú puedes curar la causa y decidir estar sano, luchar por tu vida o acomodarte y ponerte en manos ajenas. Puede que te vaya bien o puede que no. Tú decides.

Si buscas un hombre (o una mujer) para que te haga feliz, tú estás adoptando una actitud pasiva, de receptor o receptora. Bien, puedes arriesgarte, ver qué pasa. Quizás tengas suerte y la encuentres, pero ¿qué ocurrirá cuando se canse de hacerte feliz, de cumplir con ese rol, o simplemente, cambie y espere a que tú le hagas feliz a él o ella? Pues puedes pasarte de todo, pero luego no te quejes.

"El primer paso hacia el Cielo consiste en rendirse a la evidencia de que nadie les hará felices salvo ustedes mismos".


Para cambiar esas actitudes pasivas y dependientes, lo primero que hay que cambiar como siempre es nuestra mente: tener una mente independiente, mente de librepensador/a. Las mentes independientes no temen contrariar las opiniones ajenas o del grupo social en el que se encuentran circunstancialmente. Piensan por sí mismas, se informan, y sus opiniones están fundamentadas y sopesadas, por lo que no se contentan con seguir y repetir las pautas que otros han establecido. Toman sus propias decisiones y aprenden de sus experiencias.

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