domingo, 30 de noviembre de 2008

Lo ilusorio de la separación‏

A este Ser se le asignan innumerables nombres: Dios, Unicidad, lo Divino, la Causa, el Sí Mismo y el Bien amado.

El ego es precisamente este sentimiento de ser un individuo separado; ego que algunos llaman el "falso yo" porque no es lo que realmente somos.

La Unicidad, el Sí Mismo o nuestra verdadera naturaleza crean esta sensación de separación -y de ser un yo- con el fin de explorar y participar en esta realidad física.

El Sí Mismo se esconde de sí mismo en este mundo con la intención de encontrarse de nuevo.

Si nos mantenemos en contacto con nuestra verdadera naturaleza, sentiremos la dicha del Sí Mismo al analizar cualquiera que sea lo que estuviésemos experimentando, lo cual no se parece en nada a ninguna otra vivencia que el Sí Mismo hubiese podido tener alguna vez.

Nos ha programado para que pensemos que existimos como individuos separados y que poseemos el control de nuestro destino. Éste es el montaje de la obra dramática que se está representando en nuestras respectivas existencias.

El Sí Mismo adopta una y otra vez diferentes formas, acepta retos, aprende de ellos y, finalmente, se redescubre a sí mismo.

El ego es el protagonista colmado de creencias, deseos, impulsos, talentos y defectos.

Capacidad de amar a más de una persona‏


Tiene que ayudar a su hijo a que ame a más personas. Cuánto más "polígamo" sea el niño, más rica será su vida.

"Amar es gozar. Sigue amando. Cuanto más ames, más crecerás". Cuanto más ama una persona, más se enriquece.

Es un hecho que si amas a más personas, eres capaz de amar a cualquiera. Si sólo amas a una persona, al final no serás capaz ni de amar a esa sola persona, porque tu capacidad de amar se habrá reducido tanto que se congelará.

Hemos creado una mente monógama, no amorosa. Por eso hay tantas guerras, tanta crueldad y violencia, en nombre de tantas cosas: la religión, la política, la ideología.

Nadie se siente a gusto; la vida carece de sentido.

El niño nace para amar al mundo entero, nace para amarlo todo, para amar el universo entero, con tal capacidad que, si se la limita, el niño empieza a morir desde ese mismo momento.

Permitid que la gente no sea posesiva, que ame más, sin condiciones, sin reparos.

El amor es en sí mismo hermoso y muy satisfactorio. De modo que amad, sintáis lo que sintáis, dondequiera que os sintáis, amad.
Esa amplitud del amor os hará conscientes de una vida más amplia, y esa vida más amplia lleva a lo divino.

Una persona que puede amar más no irá al matrimonio solo por amor, sino por cuestiones más profundas. Si una persona ama a muchas personas, no existe razón alguna para que se case con alguien solamente por amor, no existe ninguna razón porque puede amar a muchas personas sin casarse.

El matrimonio es para la amistad profunda, para la intimidad profunda.

El amor romántico es algo enfermizo. Como no puedes amar a muchas personas, vas acumulando la capacidad de amar, que de repente se desborda.

Esta locura romántica surge de nuestra formación monógama. Por eso, el amor romántico sólo es posible en una sociedad muy enferma. En una sociedad realmente sana no se dará el amor romántico. Amor sí, pero no romanticismo.

Hay que formar al niño positiva, no negativamente. Hay que poner el acento en lo positivo, y sólo así podrá crecer el niño y llegar a ser un individuo.

"Puedo amar a todos, pero no a esta persona". La capacidad de amar debe llegar a muchos. Naturalmente, hay individuos a los que no podéis amar, y no debéis obligaros a hacerlo.

"Sólo amo a esa. No puedo a nadie más". Eso es negativo, porque se reniega del resto del mundo.

"No puedo amar positivamente a esta persona, pero puedo amar al mundo entero".

Pero nuestra sociedad ha creado mentes negativas, y encontramos lo negativo en todo el mundo.

Todo el mundo será malo, y cuando todo el mundo es malo empiezas a sentirte egoísta, a pensar que sólo tú eres bueno.

Una sociedad buena solo puede darse con una mente positiva. Por eso hay que poner de manifiesto lo positivo de la mente.

El cielo consiste en vivir en un mundo positivo; el infierno, en vivir en un mundo negativo. Esta tierra nuestra se ha convertido en un infierno por culpa de las mentes negativas.

AMOR, LIBERTAD Y SOLEDAD‏


Este amor que se puede convertir en un contacto con la propia verdad es algo que sólo surge de la conciencia; no de tu cuerpo, sino de lo más profundo de tu ser. El deseo surge de tu cuerpo; el amor surge de tu conciencia. Pero la gente desconoce su conciencia, y de esta manera se perpetúa el malentendido: confunden el deseo carnal con el amor.

Hay muy pocas personas en el mundo que conozcan el amor. Son aquellas que se han vuelto muy silenciosas, llenas de calma… y que, como fruto de ese silencio y de esa paz, han entrado en contacto con lo más profundo de su ser, con su alma.

Los Iguales se Atraen‏

Sólo una persona amorosa - alguien que ya es amoroso - es capaz de encontrar la pareja adecuada.

Si eres infeliz, encontrarás a alguien que es infeliz. La gente infeliz se siente atraída por la gente infeliz. Y está bien, es natural. Está bien que la gente infeliz no se sienta atraída por la gente feliz; de lo contrario, destruiría su felicidad.

Sólo la gente feliz se siente atraída por la gente feliz.

Los iguales se atraen.
Así que lo primero que hay que recordar es: una relación que se ha originado en la infelicidad se volverá amarga.

Primero sé feliz, alegre, celebra, y entonces encontrarás otra alma que esté celebrando y habrá un encuentro de dos almas bailando juntas y una danza maravillosa surgirá de ahí.

No pidas una relación debido a tu soledad, no. De ser así, te estarás moviendo en la dirección equivocada. Entonces estarás utilizando a la otra persona y estarás siendo utilizado por ella.

El utilizar a alguien es inmoral.

Primero aprende a estar solo. La meditación es una forma de estar solo..

Si eres capaz de ser feliz cuando estás solo, habrás encontrado el secreto de la felicidad.

Entonces serás capaz de ser feliz en pareja
Si eres feliz, entonces tendrás algo que dar, que compartir.
Porque cuando das, también recibes y no al contrario.
Entonces surge la necesidad de amar a alguien.

Si tienes la necesidad de ser amado por alguien. Es una necesidad equivocada.
Es una necesidad infantil.

Nace un niño y naturalmente, el niño no puede amar a su madre; no sabe qué es el amor y no sabe quién es su madre ni quién es su padre.
Está absolutamente indefenso.
La madre tiene que amarlo, el padre tiene que amarlo, toda la familia ha de volcar su amor en él.
Ahora él aprende que todos deben amarlo.

El niño crecerá, y si permanece estancado en esta actitud de que todos deben amarle, sufrirá por el resto de su vida. Su cuerpo habrá crecido, pero su mente permanecerá inmadura.

Una persona madura es la que descubre su necesidad de amar a alguien.

La necesidad de ser amado es inmadura.
La necesidad de amar es madura.

Y cuando estás listo para amar a alguien, sólo entonces, puede surgir una relación bella.

"¿Es posible que dos personas en una relación amorosa se dañen mutuamente?"

Si, de hecho es lo que está ocurriendo en todo el planeta. El "ser bueno" es muy difícil. Ni siquiera eres capaz de ser bueno contigo mismo. ¿Cómo vas entonces a ser bueno con alguien más?

¡Ni siquiera eres capaz de amarte a ti mismo! ¿Cómo vas a amar a otro?

Primero aprende a amarte, aprende a ser bueno contigo mismo.

Buscar fuera de uno mismo: La Pareja‏

Si te has creído esa programación, eres mujer y buscas un hombre para que te dé seguridad y te proteja, significa que tú vas de víctima por la vida, insegura y desprotegida, es decir, no sabes valerte por ti misma. Sólo una persona insegura busca seguridad. Aunque digas lo contrario, tu lenguaje no verbal, tus miradas, tu cuerpo lo manifiestan de antemano. Luego siempre atraerás a perseguidores o pseudoprotectores, hombres más fuertes y seguros que tú, al menos en apariencia, es decir, que se creen más poderosos que tú y que, por lo tanto, necesitan camuflar su complejo de inferioridad con alguien inferior a ellos para así sentirse superiores y poderla controlar. No te quejes después de lo que te pase: te lo habrás ganado a pulso.

Eres hombre y eres tan inútil y limitado que necesitas una mujer que te cuide porque tú eres incapaz de cuidarte a ti mismo, estás buscando una criada, una esclava, una "mamá", una mujer con poca preparación y nula autoestima. No te quejes después de ella y no te busques una amante con la que poder hablar, que te llene, te comprenda y todas esas excusas. Piénsatelo antes y elige conscientemente.

En ambos casos, como la mayoría de las parejas, estaréis buscando desde vuestras carencias, no desde vuestra plenitud. Estaréis intentando conseguir que alguien ajeno a vosotros os dé lo que no habéis sido capaces de desarrollar en vosotros mismos, sin pensar en el precio que vais a pagar por ello. Es decir, alguien que te dé lo que tú aún no has adquirido por ti mismo/a, que cubra tus déficit, que llene tus vacíos existenciales o que te distraiga de tu aburrimiento. Se llama utilización, conveniencia, trueque, permuta, apaño, remiendo, parasitismo, simbiosis, chantaje sexual/emocional o cualquier otra cosa, pero no es Amor.

Antes de amar a otro, hemos de aprender a amarnos a nosotros mismos y conocer nuestra propia "pareja interior", nuestras partes tanto masculinas como femeninas, si no queremos que nuestras energías se bloqueen y culpar al otro o a la otra de ello. No hagamos el amor una excusa para poseer al otro porque no sepamos poseernos a nosotros mismos.

"La necesidad de alguien es la forma más rápida de terminar con una relación." (Eso es totalmente cierto, porque alguien que sea dependiente siempre acaba deteriorando cualquiera relación con la dependencia, la posesión y pertenencia-cuna de emociones negativas como los celos y la agresividad).

En ese caso general, a NO buscar una "media naranja" sino una naranja entera, muy completita, que no le falte de nada, que no necesita exprimirme a mí para llenarse él, sino tan sólo amarme y compartir, intercambiar, crecer y evolucionar juntos hasta alcanzar la sabiduría y la iluminación. Una relación ganador-ganador, es decir, recíproca, basada en la afinidad espiritual, sinceridad, confianza y respeto mutuos y acunada por las alas de la libertad.

Todo este montaje no tiene nada que ver con el Amor, cuya base es el respeto mutuo, desde la libertad y la confianza, con la única misión de crecer juntos, apoyarse mutuamente hacia la evolución de cada uno en beneficio de ambos y descubrir todas las orillas de la vida tomados de la mano, al unísono, por un mismo camino y hacia un mismo fin: alcanzar la máxima espiritualidad evolucionando juntos a través del Amor.

Donde hay Amor Verdadero y auténtico no existe la necesidad ni el apego. El Amor no se busca a través de otra persona: el Amor se es, se siente, se vive en él, es un estado espiritual que se genera de dentro hacia fuera y sólo cuando se tiene dentro es cuando se puede compartir, expandir y multiplicar. La persona que dice no haber encontrado el Amor es porque no ha buscado en el lugar adecuado: dentro de sí misma.

Esa es precisamente mi idea sobre el Amor, el perfecto, maravilloso y completo Amor, el Amor incondicional compartido: dos cuerpos, dos energías vibrando en una misma frecuencia porque en ambos habita al unísono una única alma.

La diferencia entre decir a alguien "te quiero", es decir, te quiero a ti, a tu persona, lo cual es una petición, una demanda, un deseo de posesión de otro, en lugar de decir, por ejemplo, "me alegro de que existas", o con mi propia fórmula: "gracias por existir".

Tengámoslo muy presente: no es lo mismo querer lo que no se tiene que amar lo que se tiene, alegrarse y dar las gracias por poder disfrutarlo. Querer es desear poseer. Amar es agradecer, celebrar y disfrutar con alegría.

La vida que lleva cada persona depende exclusivamente de sí misma y de cómo se la plantee, no de las personas que aparezcan o desaparezcan, entren, salgan, se asomen o se crucen a lo largo del camino. La vida se la hace uno mismo con su forma de pensar, su actitud y sus respuestas ante cada situación que se presenta, descubriendo y aprendiendo para hacerlo cada vez mejor, tanto si estás solo como en compañía.

Lo único que hay en todo eso son dependiencias, problemas y enfermedades. La felicidad nunca está fuera de ti.

"La felicidad es muy difícil encontrarla en uno mismo e imposible en otra parte".

La felicidad sólo está dentro de uno/a mismo/a. Y si no se encuentra, no puede compartirse con nadie, sea quien sea. Lo único que se encontrará será un remiendo, pero no la auténtica y verdadera dicha, paz y armonía internas.

En tan sólo un minuto de silencio interno, cuando mires hacia dentro de ti si te atreves, seguirás sintiendo tu vacío interior, tu vacuidad existencial.


Ese es el gran vacío interior:
el vacío entre lo que se es y lo que se debería ser.

La cuestión es mantenerse distraído a cualquier precio, evitar la atención hacia uno mismo cueste lo que cueste.

Como la gente se casa y se divorcia una y otra vez (más de lo mismo...) y sigue sin ser feliz (Lo cual significa que, una vez más, no han aprendido nada...). Como la gente que no sabe estar sola y busca una compañía a la que llama "pareja". Como la gente que busca ruido u ocupaciones constantes para no pensar. Como la gente se siente sola en compañía. Como la gente que está en familia para destruirse los unos a los otros. Como la gente que se siente sola en una animada fiesta. Como la gente que se siente sola en el mundo y se aburre, siendo como somos unos seis billones de habitantes de ambos sexos y hay tantísimas cosas por hacer en el planeta, por aprender, por descubrir y, sobre todo, por cambiar y solucionar...


La felicidad sólo está dentro de ti.

Toda la gente que conozco que es realmente feliz, esté sola o acompañada, son personas que saben ser independientes, solucionan sus propios problemas y están muy a gusto consigo mismas, se llenan con actividades y aprendizajes enriquecedores con lo cual tienen mucho para compartir, aportar, disfrutar y enseñar, y saben dar sin pedir nada a cambio porque no lo necesitan. Todo ello les crea una inefable sensación de plenitud, de riqueza y abundancia interior, lo que les ha permitido en muchos casos crear familias ejemplares, ejemplo que a su vez están copiando sus hijos y transmitirán a la siguiente generación. Son felices solas; son felices acompañadas; son felices dando; son felices recibiendo. Son felices porque no han delegado su poder y su felicidad en nadie más. Son felices porque tienen una misión en la vida. Y si no la tienen, la buscan. Son felices porque saben apreciar y valorar lo que tienen, dando gracias a Dios por los dones recibidos, por cada minuto de su vida. Son felices porque aceptan las cosas tal como vienen, como un aprendizaje o un reto a superar. Son felices porque ante todo, se aman y se respetan a sí mismas.

"Ama al prójimo como a ti mismo".

Es decir, el punto de referencia para saber cómo amar a otras personas, eres tú mismo/a.

"Ámate a ti mismo". Porque si no sabes amarte y respetarte a ti en primer lugar, difícilmente sabrás amar y respetar a otras personas. Y difícilmente sabrás hacerte amar o respetar porque no tendrás un punto de referencia interno para comparar lo que estás recibiendo. Y porque tampoco sabrás muy bien lo que quieres y lo que mereces.

Como no sabemos amarnos a nosotros mismos, salimos a buscar fuera alguien que nos dé el amor que nos falta -déficit afectivo- en lugar de compartir o intercambiar el profundo amor y respeto que deberíamos tener dentro de nuestro Ser y dar a los demás todo el que nos sobrara -superávit afectivo-. Salimos al mundo pidiendo en lugar de salir dando.

Estamos poniendo nuestra felicidad en manos ajenas, y lo peor, en unas manos cualquiera, las primeras que se ponen a tiro.


No salgamos al mundo pidiendo, sino dando.

"El vacío interior, lo aburrido de sus conciencias, la pobreza de sus espíritus, los empuja a la búsqueda de compañía, más ésta ls consiguen de otros como ellos".

Se nos educa para buscar todo fuera de nosotros mismos: la felicidad, el amor, las respuestas, las soluciones, en lugar de buscar dentro, que es donde realmente se encuentran. Si buscas fuera, la respuesta o el resultado están fuera de tu propio control.

Pues bien: el doctor puede recetarte algo para aliviar tus síntomas, pero sólo tú puedes curar la causa y decidir estar sano, luchar por tu vida o acomodarte y ponerte en manos ajenas. Puede que te vaya bien o puede que no. Tú decides.

Si buscas un hombre (o una mujer) para que te haga feliz, tú estás adoptando una actitud pasiva, de receptor o receptora. Bien, puedes arriesgarte, ver qué pasa. Quizás tengas suerte y la encuentres, pero ¿qué ocurrirá cuando se canse de hacerte feliz, de cumplir con ese rol, o simplemente, cambie y espere a que tú le hagas feliz a él o ella? Pues puedes pasarte de todo, pero luego no te quejes.

"El primer paso hacia el Cielo consiste en rendirse a la evidencia de que nadie les hará felices salvo ustedes mismos".


Para cambiar esas actitudes pasivas y dependientes, lo primero que hay que cambiar como siempre es nuestra mente: tener una mente independiente, mente de librepensador/a. Las mentes independientes no temen contrariar las opiniones ajenas o del grupo social en el que se encuentran circunstancialmente. Piensan por sí mismas, se informan, y sus opiniones están fundamentadas y sopesadas, por lo que no se contentan con seguir y repetir las pautas que otros han establecido. Toman sus propias decisiones y aprenden de sus experiencias.

El Amor: "No es una relación, es un estado"


El amor no es una relación. El amor es un estado; no tiene nada que ver con nadie más. Uno no se enamora, uno es amor. Por supuesto, si eres amor estás enamorado, pero ése es el resultado, la consecuencia, pero no el origen. El origen es que eres amor.

¿Quién puede ser amor? Evidentemente, si no eres consciente de quién eres, no podrás ser amor. Serás miedo. El miedo es exactamente lo contrario del amor. Recuerda que el odio no es lo contrario del amor, como la gente piensa. El odio es amor al revés, no es lo contrario del amor. Lo contrario del amor realmente es el miedo. Con el amor te expandes, con el miedo te encoges. Con el miedo te cierras, con el amor te abres. Con el miedo dudas, con el amor confías. Con el miedo te quedas en soledad. Con el amor desapareces; se desvanece la cuestión de la soledad. El amor es cuando te conoces tu cielo interior.

Los niños no tienen miedo; los niños nacen sin miedo. Si la sociedad puede ayudarles y apoyarles para que permanezcan sin miedo, si les ayuda a subirse a los árboles y a las montañas, y a nadar en el mar y los ríos -si la sociedad puede ayudarles con todos sus medios a ser aventureros, aventureros de lo desconocido, y si la sociedad puede provocar una búsqueda en vez de darles creencias muertas- entonces, los niños se volverán grandes amantes, amantes de la vida. Ésta es la verdadera religión. No hay mayor religión que el amor.

Medita, baila, canta y profundiza más en ti mismo.

No te vuelvas erudito, no etiquetes las cosas. Conoce gente, mézclate con la gente, con toda la gente que puedas, porque cada persona es una faceta de Dios distinta. Aprende de las personas. No tengas miedo, la existencia no es tu enemigo. La existencia te cuida, la existencia está dispuesta a apoyarte de todas las formas posibles. Confía y empezarás a sentir un considerable aumento de energía. Esa energía es amor. Esa energía quiere bendecir a toda la existencia, porque cuando estás en esa energía te sientes bendecido.


El amor es un profundo deseo de bendecir a toda la existencia.

Gay, Bisexual, Hetero... ¿Importan? Son etiquetas.

Lo que importa es el amor... si te gusta alguien, sea hombre o mujer, genial.

Amar a alguien no depende de la orientación sexual de uno mismo, si no amar a alguien es amar el alma del otro, no el cuerpo, ni el fisico, si no sus cualidades y defectos.

El amor lo puede todo!!!!!!!!!!!!

Definitivamente, el AMOR!!!! es AMOR!! no hay restricciones... simplemente se siente!!

Aparte para el amor no hay géneros... no hay tendencias, y menos etiquetas....

Recuerda que el amor nos hace libres, y nos permite a amar sin límites de raza, estrato social, sexo, religión, etc.

Ama... sé libre... disfrútalo... y protégete...

Amor Verdadero‏


Qué difícil parece ser hoy en día mantener una pareja. ¿Será porque pretendemos exigir a los demás ser como queremos y no somos capaces de aceptar a los otros como son y pelear menos?
¿Por qué la gente se cansa de estar con alguien y cree que va a ser diferente con otra persona? Esto demuestra un exceso de optimismo.

El problema nunca es la persona con la que nos relacionamos sino el modo que tenemos de relacionarnos.

El amor no es un flechazo accidental que nos atraviesa el corazón de lado a lado, sino que es algo que se puede aprender. No se trata de encontrar a la persona ideal sino de una habilidad que hay que adquirir.

Los jóvenes inmaduros experimentan el amor mientras que las personas maduras aprenden a amar, porque la madurez afectiva se caracteriza por la estabilidad emocional.

El amor no es un sentimiento fácil porque requiere previamente un desarrollo personal que permita una disposición desinteresada hacia los demás solamente por amor, con una actitud de humildad, confianza y férrea voluntad.

Dicen que quien es capaz de comprender a otro también lo ama y comprender significa conocer.

Erich Fromm afirma que el amor es un arte que requiere conocimiento y esfuerzo.

La mayoría cree en el amor romántico y la preocupación se centra en la búsqueda de alguien que los ame en lugar de encontrar a alguien para amar, porque el que da amor verdadero, no posesivo, recibe también amor genuino.

Puede ocurrirle a cualquiera el milagro de enamorarse perdidamente, pero ese sentimiento de unidad y de intimidad único es por su misma naturaleza poco duradero, hasta que llegan a conocerse bien y se dan cuenta que no se toleran, se aburren, y se desilusionan.

Nadie puede creer que el amor verdadero sea un arte que haya que aprender, porque algunos se confunden y buscan una pareja como quien busca un departamento o un auto, es decir, que le produzca la sensación de haber hecho un buen negocio y la pareja resulta ser un bien más en un mercado donde todo se compra y se vende.

En tales casos es una empresa destinada al fracaso, más rotundo que en cualquier otra actividad y más difícil de evaluar.

En la vida actual todos estudian y se esfuerzan para conseguir un título o un ascenso en el trabajo pero nadie está dispuesto a aprender a amar. En esta área la mayoría toca de oído.

“No es bueno que el hombre esté solo” dice la Biblia, escrita por sabios de la antigüedad inspirados por revelación divina. Sin embargo hoy en día el hombre prefiere el aislamiento y el culto al cuerpo, renunciando a la posibilidad de compartir su vida con alguien significativo.

Muchos tratan de escapar de su sentimiento de soledad por medio de las drogas o el alcohol pero cuando los efectos desaparecen la sensación de vacío tiende a agudizarse.

El hombre se jacta de su individualismo pero en realidad ha perdido su individualidad y se ha convertido en un autómata.

Las mujeres, en su afán de ser iguales a los hombres han perdido su femineidad y de esta manera también la posibilidad del amor erótico con el sexo opuesto, porque ahora son idénticos.

El amor verdadero y maduro significa unión, pero conservando ambos la propia individualidad. El amor es posible sólo en libertad, la envidia, los celos, la ambición, son pasiones y el amor no es una pasión es una actitud, una capacidad humana, no compulsiva. No es un arrebato súbito sino una disposición permanente que consiste más en dar que en recibir.

Y dar no significa renunciar o privarse de algo, sacrificarse ni empobrecerse, sino que constituye la más una bella expresión de poder que produce felicidad y vitalidad.

Aunque no se trata de darse mutuamente cosas materiales solamente sino de darse también la propia vitalidad, lo que está vivo en cada uno, su alegría, su interés, su comprensión, su conocimiento, su humor, su tristeza y todas las expresiones propias de cada uno.

Algo se produce en el acto de dar amor y es más amor.

Bienvenidos al mundo de Amor y Vida con mucha Libertad


¡¡¡Bienvenidos al mundo de Amor y Vida con mucha Libertad!!!


Que disfruten de este blog creado por esta Lilián Kimberly, inspirada de la Maravillosa Vida como un proceso provechoso en el crecimiento personal y espiritual de cada ser de Luz, aceptando plenamente los lados opuestos como algo complementarios en la vida, como por ejemplo, la alegría y la tristeza, la paz y la ira, la compersión y los celos, etc.


Además de saborear de cada momento como una forma de aprender de la Vida, incluyo los temas de la igualdad, justicia y comprensión de las cosas con mucho Amor.


Sin otro particular, deseo que esto les sirva inmensamente para reflexionar tanto para comprender a si mismo/a como a los demás, comprender la diversidad del mundo además de contemplarla su belleza.


Con muchísimo Amor,


-Kimberly-