miércoles, 2 de diciembre de 2009

Mis frases preferidas de "26 Cuentos para pensar"

Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.
Si uno quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre.



Vamos por el mundo odiando y rechazando aspectos de los otros y hasta de nosotros mismos que
creemos despreciables, amenazantes o inútiles... y sin embargo, si nos damos tiempo,
terminaremos dándonos cuenta de lo mucho que nos costaría vivir sin aquellas cosas que en un
momento rechazamos.


Lo soñado nos enseña, dormidos o despiertos, a vernos, a escucharnos, a darnos cuenta.

El amor no está en nosotros para sacrificarse por el otro, sino para disfrutar de su
existencia.



Tengo que darme cuenta de la influencia que tiene cada cosa que hago. Para que las cosas que
me pasan me pasen, yo tengo que hacer lo que hago. Y no digo que puedo manejar todo lo que me
pasa sino que soy responsable de lo que me pasa porque en algo, aunque sea pequeño, he
colaborado para que suceda. Yo no puedo controlar la actitud de todos a mi alrededor pero
puedo controlar la mía. Puedo actuar libremente con lo que hago. Tendré que decidir qué hago.
Con mis limitaciones, con mis miserias, con mis ignorancias, con todo lo que sé y aprendí, con
todo eso, tendré que decidir cuál es la mejor manera de actuar. Y tendré que actuar de esa
mejor manera. Tendré que conocerme más para saber cuáles son mis recursos. Tendré que quererme
tanto como para privilegiarme y saber que esta es mi decisión. Y tendré, entonces, algo que
viene con la autonomía y que es la otra cara de la libertad: el coraje. Tendré el coraje de
actuar como mi conciencia me dicta y de pagar el precio. Tendré que ser libre aunque a vos no
te guste. Y si no vas a quererme así como soy; y si te vas a ir de mi lado, así como soy; y si
en la noche más larga y más fría del invierno me vas a dejar solo y te vas a ir... cerrá la
puerta, ¿viste? porque entra viento. Cerrá la puerta. Si esa es tu decisión, cerrá la puerta. No voy a pedirte que te quedes un minuto más de lo que vos quieras. Te digo: cerrá la puerta porque yo me quedo y hace frío. Y esta va a ser mi decisión. Esto me transforma en una especie de ser inmanejable. Porque los autodependientes son inmanejables. Porque a un autodependiente solamente lo manejas si él quiere. Esto significa un paso muy adelante en tu historia y en tu desarrollo, una manera diferente de vivir el mundo y probablemente signifique empezar a conocer un poco más a quien está a tu lado.
Si sos autodependiente, de verdad, es probable que algunas personas de las que están a tu lado
se vayan... Quizás algunos no quieran quedarse. Bueno, habrá que pagar ese precio también.
Habrá que pagar el precio de soportar las partidas de algunos a mi alrededor y prepararse para
festejar la llegada de otros (Quizás...)"



Quiero que me oigas, sin juzgarme.
Quiero que opines, sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mi, sin exigirme.
Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi
Quiero que me cuides, sin anularme.
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi.
Quiero que me abraces, sin asfixiarme.
Quiero que me animes, sin empujarme.
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi.
Quiero que me protejas, sin mentiras.
Quiero que te acerques, sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten,
que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas, que hoy,
hoy podés contar conmigo.
Sin condiciones.



AMARSE CON LOS OJOS ABIERTOS

Quizás la expectativa de felicidad instantánea que solemos endilgarle al vínculo de pareja,
este deseo de exultancia, se deba a un estiramiento ilusorio del instante de enamoramiento.
Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona
como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.

Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la
percepción de la realidad externa. La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que
tengo enfrente, cuando descubro al otro.
Es allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento.

Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mías que también
proyecto en él. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas proyecciones para
relacionarse verdaderamente con el otro. Este
proceso no es fácil, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren o que ayudamos a que
ocurran.

Hablamos del amor en el sentido de "que nos importa el bienestar del otro".
Nada más y nada menos. El amor como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se afianza
cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo.
Más importante que la manera de ser del otro, importa el bienestar que siento a su lado y su
bienestar al lado mío. El placer de estar con alguien que se ocupa de que uno esté bien, que
percibe lo que necesitamos y disfruta al dárnoslo, eso hace al amor.
Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de
una manera diferente. Podría decir que desde el placer de estar con otro tomamos la decisión
de compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento personal.

Welwood dice que el verdadero amor existe cuando amamos por lo que sabemos que esa persona
puede llegar a ser, no solo por lo que es.
"El enamoramiento es más bien una relación en la cual la otra persona no es en realidad
reconocida como verdaderamente otra, sino más bien sentida e interpretada como si fuera un
doble de uno mismo, quizás en la versión masculina y eventualmente dotada de rasgos que
corresponden a la imagen idealizada de lo que uno quisiera ser. En el enamoramiento hay un yo
me amo al verme reflejado en vos." Mauricio Abadi.

Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias.



La comunicación profunda que sólo consiguen entre sí, aquellos que tienen el coraje de
vaciarse de contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar...



J.B.