
Este amor que se puede convertir en un contacto con la propia verdad es algo que sólo surge de la conciencia; no de tu cuerpo, sino de lo más profundo de tu ser. El deseo surge de tu cuerpo; el amor surge de tu conciencia. Pero la gente desconoce su conciencia, y de esta manera se perpetúa el malentendido: confunden el deseo carnal con el amor.
Hay muy pocas personas en el mundo que conozcan el amor. Son aquellas que se han vuelto muy silenciosas, llenas de calma… y que, como fruto de ese silencio y de esa paz, han entrado en contacto con lo más profundo de su ser, con su alma.
Hay muy pocas personas en el mundo que conozcan el amor. Son aquellas que se han vuelto muy silenciosas, llenas de calma… y que, como fruto de ese silencio y de esa paz, han entrado en contacto con lo más profundo de su ser, con su alma.
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